Contraindicaciones de la presoterapia en casa

Contraindicaciones de la presoterapia en casa

Presoterapia en casa: contraindicaciones, riesgos y cuándo no usarla. Si estás pensando en usar botas de compresión neumática en casa, aquí encontrarás qué situaciones la desaconsejan, cuándo parar y cómo hacerlo con seguridad.

La presoterapia doméstica puede aliviar la retención de líquidos, la pesadez de piernas y apoyar la recuperación muscular, pero no es para todo el mundo ni para todas las circunstancias. A continuación te explicamos de forma clara las contraindicaciones absolutas, las precauciones y las señales de alarma para evitar efectos adversos.

En breve

  • Evita la presoterapia si tienes trombosis venosa profunda reciente, enfermedad arterial periférica moderada-grave, insuficiencia cardiaca descompensada, infección cutánea activa o heridas no cubiertas.
  • Usa con precaución (y asesoramiento médico) en embarazo, neuropatía diabética, hipertensión no controlada, fragilidad cutánea, trastornos hemorrágicos o tras cirugía reciente.
  • Señales de alarma: dolor agudo, entumecimiento, palidez o coloración azulada, falta de aire o aumento súbito de la hinchazón. Detén la sesión y consulta.
  • Antes de empezar: revisa tu historial, ajusta presión y tiempo de forma progresiva, hidrata la piel y no coloques el manguito sobre zonas lesionadas.
  • La presoterapia no sustituye el tratamiento de enfermedades venosas o linfáticas; consulta con un profesional si tienes dudas clínicas.

Qué es la presoterapia en casa y cómo funciona

La presoterapia o compresión neumática intermitente utiliza cámaras de aire que se inflan y desinflan de forma secuencial para favorecer el retorno venoso y linfático. En casa se emplea sobre todo para piernas cansadas, recuperación post-entrenamiento y alivio de la sensación de hinchazón.

La evidencia clínica respalda su utilidad en indicaciones concretas (p. ej., apoyo a la cicatrización de úlceras venosas) cuando se prescribe correctamente, pero existen situaciones en las que puede empeorar un problema subyacente. Guías como NICE NG89 (2018, actualizada) y revisiones de StatPearls recogen contraindicaciones claras para un uso seguro en el ámbito clínico y doméstico.

Contraindicaciones absolutas: cuándo no usar presoterapia

Estas situaciones suelen considerarse “no uso” salvo indicación médica muy específica. Si te identificas con alguna, evita la presoterapia en casa y consulta.

Trombosis venosa profunda (TVP) o embolia pulmonar recientes

  • Riesgo de movilizar el trombo y provocar complicaciones graves.
  • Si sospechas TVP (pierna muy hinchada, dolor, calor, enrojecimiento) o EP (disnea, dolor torácico), busca atención urgente. Información general: CDC – Datos sobre TVP/EP.

Enfermedad arterial periférica moderada o grave

  • La compresión puede comprometer más la perfusión en arterias con estenosis.
  • Signos de alarma: dolor isquémico en reposo, heridas que no curan, pies fríos/pálidos. Revisión de criterios en guías vasculares: ESVS – Chronic Venous Disease Guidelines.

Insuficiencia cardiaca descompensada o edema de origen cardiaco

  • Aumentar el retorno venoso puede sobrecargar el corazón en fases no controladas.
  • Consulta con cardiología si tienes insuficiencia cardiaca previa. Ver práctica clínica: NICE – NG89.

Infecciones cutáneas activas, celulitis o heridas abiertas sin protección

  • La presión puede agravar la infección o dañar tejidos.
  • Espera a la resolución o protege la herida según indicación sanitaria. Recurso NHS: Lymphoedema treatment.

Síndrome compartimental agudo, fracturas no estabilizadas o traumatismo reciente

  • Contraindicado por riesgo de daño tisular adicional. Revisión general: StatPearls – IPC.

Precauciones y contraindicaciones relativas: úsala solo con asesoramiento

No siempre están prohibidas, pero requieren valoración profesional y ajuste fino de parámetros.

Embarazo

  • Puede aliviar hinchazón y pesadez, pero valora riesgos individuales (varices avanzadas, hipertensión gestacional).
  • Consulta obstetricia/medicina física antes de iniciar. Marco general: NHS – Lymphoedema treatment.

Neuropatía periférica, diabetes con pérdida de sensibilidad

  • Mayor riesgo de lesiones cutáneas por presión no percibida; se precisa supervisión y presiones suaves.

Hipertensión arterial no controlada o trastornos hemorrágicos/anticoagulación

  • Evita presiones altas y sesiones largas; vigila aparición de hematomas o molestias.

Fragilidad cutánea, dermatitis activa, eczema o alergias a materiales

  • Puede irritar o lesionar la piel; utiliza protectores, crema hidratante y revisa reacción cutánea.

Postoperatorio reciente, varices muy dolorosas o tromboflebitis superficial

  • Requiere evaluación del cirujano/flebólogo y timing adecuado para reintroducir compresión mecánica.
  • Evidencia en úlceras venosas y compresión: Cochrane – IPC en úlceras venosas.

Regla práctica: si hay duda clínica, prioriza una consulta breve con tu profesional de salud antes de iniciar la presoterapia en casa.

Señales de alarma durante una sesión: cuándo parar de inmediato

  • Dolor agudo, punzante o creciente en la extremidad.
  • Entumecimiento, hormigueo persistente, debilidad o pérdida de sensibilidad.
  • Cambio de color notable (palidez intensa o tono azulado), frío distal.
  • Hinchazón que aumenta de forma súbita y asimétrica.
  • Falta de aire, dolor torácico, mareo o malestar general.

Si aparece cualquiera de estos signos, interrumpe la sesión, retira el manguito y consulta. En síntomas respiratorios o dolor torácico, acude a urgencias.

Cómo saber si eres candidato: checklist de seguridad

  1. Historial médico
  • ¿Antecedente de TVP/EP, enfermedad arterial, insuficiencia cardiaca, cirugía reciente, heridas activas? Si “sí”, consulta primero.
  1. Piel y sensibilidad
  • Revisa la piel: sin lesiones activas ni áreas dolorosas. Comprueba que percibes bien el tacto y la presión.
  1. Presión y ajuste progresivos
  • Empieza con parámetros conservadores y aumenta gradualmente solo si es cómodo y sin síntomas.
  1. Higiene y preparación
  • Piel limpia y seca, hidratada con crema no oclusiva. Evita sobre joyas o ropa gruesa que genere pliegues.
  1. Supervisión profesional
  • Si tienes patología venosa/linfática diagnosticada, solicita pautas personalizadas.

Guía clínica de referencia para indicaciones y exclusiones: NICE – NG89, StatPearls – IPC, NHS – Lymphoedema.

Buenas prácticas de uso responsable en casa

  • Personaliza: cada cuerpo responde distinto. Ajusta intensidad/duración con criterio y escucha tus sensaciones.
  • Sin dolor: la presión nunca debe doler. La sensación esperada es de “abrazo firme y rítmico”.
  • Rutina inteligente: mejor sesiones regulares y moderadas que pocas muy intensas.
  • Piel primero: inspecciona antes y después; busca enrojecimiento persistente, marcas profundas o irritación.
  • Hidratación y movimiento: bebe agua y combina con paseos suaves o movilidad articular para potenciar el retorno venoso.

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Tabla resumen: contraindicaciones y precauciones con fuentes

Situación clínica Tipo Recomendación Fuente
TVP/EP reciente o sospecha Absoluta No usar; atención urgente ante síntomas NICE NG89, CDC
Enfermedad arterial periférica moderada-grave Absoluta Evitar; valorar perfusión arterial primero NICE NG89, ESVS
Insuficiencia cardiaca descompensada/edema cardiogénico Absoluta Contraindicado hasta estabilización StatPearls – IPC
Infección cutánea activa o herida sin protección Absoluta Posponer hasta resolución/cobertura NHS – Lymphoedema
Síndrome compartimental o fractura no estabilizada Absoluta No usar StatPearls – IPC
Embarazo (sin complicaciones) Precaución Posible uso con asesoramiento y baja presión NHS – Lymphoedema
Neuropatía periférica/diabetes con pérdida sensorial Precaución Supervisión; vigilar piel; presiones suaves NICE NG89
Hipertensión no controlada/anticoagulación Precaución Ajustar intensidad; monitorizar hematomas StatPearls – IPC
Postoperatorio reciente o tromboflebitis superficial Precaución Valorar por especialista y timing Cochrane – IPC úlceras venosas
Linfedema crónico Individualizar Puede ser útil en protocolos específicos International Lymphoedema Framework

Errores frecuentes que aumentan el riesgo

  • Usar la talla/manguito equivocado que hace pliegues o estrangula.
  • Aplicar sobre una zona dolorida o lesionada “para que se pase”.
  • “Más presión = más efecto”: falso y potencialmente peligroso.
  • Ignorar asimetrías (una pierna mucho más hinchada que la otra) antes de empezar.
  • Saltarse la consulta médica cuando existe patología venosa, linfática o cardiaca diagnosticada.

Alternativas y complementos seguros

  • Compresión elástica médica (medias/bandas) prescrita por especialista para enfermedad venosa.
  • Ejercicio aeróbico suave y movilidad articular para activar bomba muscular.
  • Drenaje linfático manual por fisioterapeuta en linfedema.
  • Higiene cutánea, hidratación, control del peso y elevación de piernas como medidas adyuvantes.

Referencias y guías útiles:

Preguntas frecuentes

¿Puedo hacer presoterapia en casa si estoy embarazada?

En embarazos sin complicaciones, muchas mujeres obtienen alivio de la pesadez y la hinchazón de piernas con compresión neumática suave. Aun así, el embarazo modifica el retorno venoso y el riesgo trombótico, por lo que es recomendable consultar con tu obstetra o fisioterapeuta antes de empezar. Evita presiones altas y sesiones largas, vigila la piel y detén la sesión si sientes dolor, entumecimiento o mareo. Si hay hipertensión gestacional, preeclampsia, varices dolorosas o antecedentes de TVP, busca valoración médica previa.

¿Es segura la presoterapia con varices o insuficiencia venosa?

La compresión es pilar del manejo de la enfermedad venosa, pero la modalidad (elástica, neumática, etc.) y los parámetros deben individualizarse. En varices no complicadas, la presoterapia puede aliviar síntomas como pesadez y edema. Sin embargo, si hay úlceras, tromboflebitis, dolor intenso o cambios cutáneos avanzados, se requiere valoración especializada. No sustituyas el tratamiento médico (medias graduadas, ejercicios, cuidado cutáneo) por sesiones en casa sin indicación.

¿Qué sensación es normal durante una sesión y qué no lo es?

Es normal sentir una presión rítmica, firme pero confortable, que “exprime” la pierna desde el pie hacia el muslo. No es normal el dolor agudo, el entumecimiento persistente, la palidez intensa, el frío distal o el aumento de la hinchazón. Ante cualquiera de estos signos, para la sesión, retira el manguito y evalúa. Si aparece falta de aire o dolor torácico, busca atención urgente. Revisa la piel tras cada uso y ajusta parámetros si quedan marcas profundas.

¿La presoterapia empeora o mejora la celulitis?

La celulitis estética (piel de naranja) se relaciona con la microcirculación y el tejido subcutáneo. La presoterapia puede mejorar de forma transitoria la sensación de piernas ligeras y el aspecto por reducción de edema, pero no “cura” la celulitis ni sustituye ejercicio, nutrición y cuidados cutáneos. Evítala si hay celulitis infecciosa (infección de la piel), que sí es una contraindicación hasta su resolución. Para objetivos estéticos, busca expectativas realistas y constancia.

¿Cada cuánto y cuánto tiempo debería usarla?

No existe una pauta universal válida para todos. La frecuencia y la duración dependen de tu objetivo (alivio de pesadez, apoyo a la recuperación, manejo de edema leve), tu tolerancia y tu estado de salud. Como guía práctica, empieza con sesiones cortas e intensidad moderada, monitoriza la respuesta y ajusta de forma progresiva con asesoramiento profesional si tienes antecedentes médicos relevantes. La calidad de la técnica y la regularidad suelen importar más que hacer sesiones muy intensas.

Lo esencial

  • La presoterapia en casa no es para todos: TVP reciente, enfermedad arterial, insuficiencia cardiaca descompensada e infecciones cutáneas activas son contraindicaciones clave.
  • Usa con precaución en embarazo, neuropatía, hipertensión no controlada, fragilidad cutánea, postoperatorio y trastornos hemorrágicos.
  • Señales de alarma como dolor, entumecimiento o cambios de color obligan a parar y consultar.
  • Personaliza parámetros, inspecciona la piel y combina con hábitos seguros (movilidad, hidratación).
  • Ante dudas clínicas, prioriza una valoración profesional.
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