Botas de presoterapia: contraindicaciones y seguridad

Botas de presoterapia: contraindicaciones y seguridad

Botas de presoterapia: seguridad y contraindicaciones. Si te preguntas si son para ti, aquí encontrarás cuándo usarlas, cuándo no y cómo hacerlo de forma responsable.

La presoterapia mediante compresión neumática intermitente puede aliviar la pesadez de piernas, mejorar el retorno venoso y apoyar la recuperación muscular. Pero no es para todas las personas ni para todas las situaciones. A continuación, desglosamos las contraindicaciones, los posibles riesgos y las pautas de uso seguro basadas en recomendaciones clínicas y buenas prácticas.

En breve

  • Aptas para la mayoría de adultos sanos si se usan con presiones bajas-medias, sesiones progresivas y buena talla/ajuste.
  • Evitar en casos de trombosis venosa profunda aguda, enfermedad arterial periférica severa, insuficiencia cardiaca descompensada, infecciones cutáneas activas y heridas abiertas.
  • Precaución en embarazo, posoperatorio, neuropatías o linfedema: usar solo con indicación profesional.
  • Señales de alerta: dolor agudo, entumecimiento, cambio de color frío/pálido, mareo o falta de aire; detener y consultar.
  • Integra la presoterapia en una rutina de recuperación global con movimiento, hidratación y descanso.
Situación Recomendación Nota rápida
Trombosis venosa profunda (sospecha o reciente) Contraindicado Riesgo de movilizar el coágulo (consulta médica inmediata).
Enfermedad arterial periférica severa/isquemia Contraindicado Compresión puede empeorar la perfusión distal.
Insuficiencia cardiaca descompensada Contraindicado Aumenta retorno venoso y la carga cardíaca.
Infecciones cutáneas activas, heridas abiertas No usar Esperar resolución/curación; seguir indicación sanitaria.
Embarazo sin complicaciones Con precaución Presiones suaves, sesiones cortas y aprobación médica.

Cómo funcionan y por qué se usan

Las botas de compresión neumática intermitente inflan y desinflan cámaras por segmentos para “empujar” la sangre y la linfa desde el pie hacia el muslo. Este patrón secuencial favorece el retorno venoso y puede disminuir el edema y la sensación de piernas cansadas. En el ámbito deportivo, se emplean como apoyo a la recuperación postentrenamiento.

La terapia tiene base clínica en prevención de trombosis y manejo del edema cuando está bien indicada. Centros como Cleveland Clinic explican que los dispositivos secuenciales ayudan a mantener el flujo y reducir la estasis venosa en contextos concretos, bajo supervisión sanitaria. Más allá del hospital, su versión doméstica se orienta al bienestar y la recuperación cotidiana. Si te interesan soluciones de calidad, explora nuestra colección de presoterapia.

Un uso correcto combina ajuste adecuado, presiones moderadas y escucha activa de las sensaciones del cuerpo.

Para una recuperación 360°, puedes complementar con terapia de luz LED roja o con una pistola de masaje como KumoPulse Air, según tu objetivo.

Contraindicaciones: cuándo no usar presoterapia

Las siguientes situaciones requieren evitar la presoterapia o usarla solo con autorización profesional. Guías como NICE (NG89) y recursos clínicos señalan de forma consistente estos escenarios.

Trastornos vasculares agudos

  • Sospecha o diagnóstico reciente de trombosis venosa profunda (TVP) o embolia pulmonar.
  • Enfermedad arterial periférica severa o isquemia crítica de miembros.
  • Úlceras isquémicas activas. Razonamiento: la compresión puede alterar el equilibrio hemodinámico o movilizar trombos. Ver referencias clínicas de NICE y Cleveland Clinic.

Problemas cardiacos y presión arterial

  • Insuficiencia cardiaca descompensada.
  • Hipertensión no controlada. La compresión incrementa el retorno venoso, lo que puede sobrecargar el corazón o desestabilizar tensiones en perfiles de riesgo.

Condiciones dermatológicas e infecciones

  • Celulitis, erisipela u otras infecciones activas en la pierna.
  • Heridas abiertas, quemaduras recientes, dermatitis severa o fragilidad cutánea marcada. La integridad de la piel es esencial para evitar dolor, empeoramiento de lesiones o diseminación de la infección.

Neuropatías y sensibilidad reducida

  • Neuropatía periférica (por ejemplo, diabética) o pérdida de sensibilidad. Si sientes menos dolor o presión, aumenta el riesgo de excederse sin darte cuenta. Requiere ajustes muy suaves y supervisión.

Embarazo y posparto

  • Embarazo sin complicaciones: posible con presiones suaves y OK médico.
  • Complicaciones (preeclampsia, riesgo trombótico elevado, placenta previa, etc.): no usar salvo indicación sanitaria expresa. Siempre prioriza la valoración profesional individualizada.

Postoperatorio, linfedema y otras condiciones

  • Postoperatorio: en hospital se usa con protocolos definidos; en casa, solo si tu equipo médico lo indica y te da parámetros.
  • Linfedema: la compresión puede formar parte del tratamiento, pero debe integrarse en un plan prescrito (p. ej., con drenaje linfático y prendas específicas). Consulta literatura y guías de práctica clínica o tu fisioterapeuta especialista. Revisión general en PubMed.

Riesgos y efectos secundarios posibles

Aunque infrecuentes con un uso correcto, pueden aparecer:

  • Hormigueo, entumecimiento o dolor punzante.
  • Rubor intenso, marcas persistentes, petequias.
  • Frialdad o palidez en el pie/los dedos.
  • Mareo, malestar o falta de aire.

Ante cualquiera de estos signos, detén la sesión. Si los síntomas persisten o son intensos, consulta a un profesional de salud. Un ajuste inadecuado, presiones demasiado altas o sesiones excesivas suelen estar detrás de la mayoría de incidencias leves.

Uso seguro: pautas prácticas

  • Antes de empezar:
  • Revisa contraindicaciones y, si tienes patologías, pide luz verde a tu médico o fisioterapeuta.
  • Elige la talla correcta (mide perímetros y longitud de pierna) y coloca las botas sin pliegues en la tela.
  • Durante la sesión:
  • Empieza con presiones suaves y tiempos cortos; progresa de forma gradual según tolerancia.
  • Mantén una postura cómoda, piernas en ligera elevación y no te duermas con el equipo si estás empezando.
  • Después:
  • Hidrátate, muévete con suavidad y observa cómo se sienten tus piernas las horas siguientes.
  • Higiene y mantenimiento:
  • Limpia las superficies en contacto con la piel y ventila el equipo; así reduces irritaciones y prolongas su vida útil.

Complementos útiles:

  • La luz roja puede apoyar la recuperación muscular y el descanso; conoce nuestra terapia de luz LED.
  • Para liberar puntos de tensión específicos, combina con una pistola de masaje como KumoPulse Air en diferentes momentos del día (no inmediatamente sobre zonas irritadas).

Si tienes dudas sobre ajuste o sensación durante el uso, contáctanos; el equipo de KUMO puede orientarte en la puesta a punto.

Señales de alerta: cuándo detener y consultar

  • Dolor agudo o creciente durante la compresión.
  • Entumecimiento, hormigueo que no remite al bajar la presión, o pérdida de fuerza.
  • Cambios de color fríos/pálidos o morados en los dedos del pie.
  • Hinchazón asimétrica repentina, falta de aire o dolor torácico: emergencia médica.

Si algo “no se siente bien”, detén la sesión, libera la compresión y consulta. Tu comodidad y seguridad van primero.

Para conocer la filosofía y soluciones de recuperación de KUMO, visita nuestro sitio oficial.

FAQ

¿Cuánto tiempo y con qué frecuencia usar las botas?

No existe una receta universal: depende de tu estado de salud, objetivo (bienestar, recuperación postentreno, manejo del edema) y tolerancia. Como regla práctica, empieza con sesiones breves y presiones suaves, observando la respuesta de tus piernas durante las horas posteriores. Si todo va bien, incrementa gradualmente. Sigue siempre el manual del fabricante y, si tienes condiciones médicas o estás en posoperatorio, pide un protocolo personalizado a tu profesional de salud.

¿Puedo usarlas si tengo varices o insuficiencia venosa?

En muchos casos, la compresión secuencial alivia la pesadez y mejora el retorno venoso, por lo que puede ser útil. Sin embargo, si presentas úlceras activas, dolor inusual o sospecha de trombosis, no las uses y acude a tu médico. Ajustar bien la talla, evitar presiones altas y vigilar la piel tras la sesión ayuda a minimizar riesgos. Un profesional vascular puede confirmar si la presoterapia es apropiada para tu caso concreto y con qué parámetros.

¿Es lo mismo la presoterapia en casa que la clínica?

Comparten el principio de compresión neumática intermitente, pero difieren en supervisión, protocolos y, a veces, en segmentación/algoritmos. En clínica, la indicación y los parámetros los define el equipo sanitario dentro de un plan de tratamiento (por ejemplo, prevención de TVP o manejo del linfedema). En casa, el foco suele ser bienestar y recuperación deportiva, con ajustes más conservadores y autoobservación. Si pasas de un entorno clínico al doméstico, pide pautas claras para transicionar con seguridad.

¿Sirven antes o después del ejercicio?

Pueden encajar en la recuperación posterior al ejercicio para aliviar la sensación de piernas cargadas y favorecer el descanso. No sustituyen el calentamiento ni la movilidad previa al entrenamiento. Evítalas sobre lesiones agudas, inflamación marcada o dolor que no entiendes. Úsalas como complemento a hábitos esenciales: hidratación, sueño y nutrición adecuados. Para una rutina más completa, combina con terapia de luz roja o con liberación miofascial mediante KumoPulse Air.

Para recordar

  • La presoterapia es segura para la mayoría si se usa con moderación y buen ajuste.
  • Existen contraindicaciones claras: TVP, enfermedad arterial severa, infecciones cutáneas y fallo cardiaco descompensado.
  • Embarazo, posoperatorio, neuropatías y linfedema requieren valoración profesional.
  • Señales de alerta = parar y consultar; la comodidad nunca debe sacrificarse.
  • Integra la compresión en una estrategia de recuperación global, no como único recurso.
  • Descubre opciones pensadas para tu bienestar en la colección de presoterapia o conoce más sobre KUMO en nuestra página principal.

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